La Fábula de la recuperación económica, crónicas sobre la fatal arrogancia

Carlos E Ñáñez R. Economista. Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales Universidad de Carabobo

“No puede haberuna sociedad floreciente sí la mayor parte de sus miembros son pobres”

Adam Smith

Abordar el tema económico en un país que ha sido profundamente afectado por la persistencia de una inusual contracción, cuyo lapso de duración es un septenio, el cual incluye un cuatrienio de Hiperinflación, no es una tarea sencilla, pues va mucho más allá de la tarea impuesta para compilar la concentración de los errores, se trata de describir una antinomia en el marco real de la macroeconomía aplicada al ámbito fiscal. En lo relativo al proceso de miniaturización del tamaño de la economía por un lado, la cual se ha contraído como consecuencia de la eclosión de una crisis política devenida emergencia humanitaria sin la presencia de una amenaza externa al Estado (episodio bélico o catástrofe natural), la terrible crisis que hace tambalear al país reside en las entrañas de su gobierno mutado en una hegemonía gansteril, que conspira en contra de la estabilidad y el orden, pues ambas suponen virtudes intelectuales que le permiten lograr un fulcro de estabilidad en la entropía, siendo el desorden, el hilo para extrapolar la conclusión inicial de que el chavismo es mucho más lesivo que una guerra o una catástrofe natural.

Así pues, en el lapso de los veintidós años de la presencia  de este gobierno en el poder, la conducta del producto interior bruto daba francas señales de alarma, mostrando su tendencia regresiva desde la transición del régimen de Maduro y la mutación que como gestión del ejercicio del poder, vivieron las cifras oficiales del BCV, al pasar de un modelo de autoritarismo competitivo, hacia una hegemonía gansteril,  estas cifras arrastran un silencio estadístico incompatible con los sanos niveles de autonomía e independencia de cualquier Banco Central, para dar cuenta de esta situación, se presentan las cifras para corroborar esta conducta:

Tabla I

       Fuente BCV

Gráfico I

Fuente BCV.

Se advierte la violenta contracción durante el septenio 2014-2019, haciendo la salvedad de que las cifras de carácter real, no aparecen reflejadas sino hasta el I trimestre de 2019, lo cual hace compleja la labor de pronosticar. La conducta del PIB sigue en caída libre hasta alcanzar un 75% de contracción del tamaño de la economía, un comportamiento similar al ocurrido durante un conflicto bélico o una catástrofe natural; nuestro país es una sociedad absolutamente empobrecida, aún más que la sociedad haitiana; es más, Venezuela no tiene contextos de similitud con la región, sino con África subsahariana, allí el óbice de esta tragedia, el chavismo nos ha expoliado de las realidades económicas regionales. Desde 2013 en adelante la conducta del PIB ha sido abiertamente contractiva, con esta miniaturización han desaparecido sectores enteros como la construcción, la manufactura, el comercio, así como la recaudación de impuestos; son treinta y dos trimestres de caída libre hasta llevarnos a este erial, los de esta realidad seca y yerta.

Para el año 2022 se origina en el país como resultado de un proceso de dolarización asimétrico, inequitativo y de facto, una suerte de efecto de goteo que alcanza a las capas comerciales y de servicios, y se ve reflejado en los sueldos y salarios acotados en los sectores antes mencionados, en detrimento del sector manufacturero e industrial. La llamada recuperación del 2022, no es otra cosa que el goteo en la renta y en el comercio, que pivotado en una laxa política arancelaria puede dedicarse a importar toda suerte de bienes sin generar valor agregado, la caída en la actividad económica es tan pronunciada, que cualquier amago de recuperación es usado para validar un discurso de logros en materia económica, hasta la salida del cuatrienio hiperinflacionario obedece a la aplicación de un plan de restricción del gasto público, el cual supuso una suerte de default sobre la administración pública, defenestrando a la miseria a más de cinco millones de funcionarios del Estado e incumpliendo compromisos con acreedores internacionales.

Los datos extraoficiales sobre crecimiento económico nos presentan una franca desaceleración del crecimiento para el año 2023, pues la política monetaria, la cual será tratada más adelante, dan cuenta de un franco agotamiento en cuanto al músculo o capacidad operativa del Banco Central de Venezuela para seguir manteniendo el tipo de cambio, los valores del rebote acotado a los sectores comerciales y de servicios, los cuales comienzan a ser fustigados por la imposición de una política tributaria torpe y voraz, en la cual destaca el impuesto a las grandes transacciones financieras (IGTF), que impone la percepción tributaria de un 3%, a las operaciones realizadas en divisas, constituyendo un tributo confiscatorio, regresivo e inflacionario al aplicarse a toda la cadena de valor.

En tal sentido, los datos ofrecidos por el presidente del BCV, acerca de un supuesto crecimiento de la actividad económica, se encuentran en entredicho, y de resultar ciertos los mismos podrían obedecer a la comparación con simas de contracción de la actividad económica como las experimentadas entre 2019-2021 (datos estimados).

Tabla II

                             Fuente BCV

Gráfica II.

Fuente BCV.

La recuperación en la actividad económica, deja como colofón el axioma de un proceso evidente de miniaturización del tamaño del mercado, somos la cuarta parte de la economía  que éramos en 2013, sin industria bancaria, sin acceso al crédito y por ende, sin posibilidades ciertas de crecer, un país sin moneda jamás puede considerarse como una economía exitosa y mucho menos si sus grandes mayorías viven bajo el peso de la pobreza, 8 de cada diez hogares en Venezuela son pobres y ocupamos el deshonroso lugar de ser el segundo del continente con mayor prevalencia de hambre, luego de Haití. El bolívar como moneda ha desaparecido como institución social, al mismo se le han escindido catorce ceros, tres en el periodo del ex presidente Chávez y once bajo la hegemonía de Maduro, en tal sentido, nuestra moneda es absolutamente repudiable, una característica atávica que se arrastra desde los tiempos de la Escolástica de Nicolás de Oresme.

La conducta del tipo de cambio y la inflación una dualidad cual Cuervo de Allan Poe:  

La política monetaria, como reflejo de la macroeconomía aplicada no escapa a la continua angustia de la vuelta hacia la hiperinflación, por ello la reminiscencia con el cuervo de Edgar Allan Poe sobre aquel busto de Palas, pues la conciencia y la muy hierática sabiduría de la sociedad venezolana, están signadas por el retorno a lo Giambattista Vico, del inicio y el fin de la posibilidad de ser lanzados hacia los rigores de la hiperinflación. Venezuela vive en un vórtice de alta inflación correlativamente relacionada con la liquidez monetaria expandida como fuente de financiamiento deficitario, así como por el peso de la deuda sobre el producto total de la economía.

Es tan pequeño el peso del mercado y de la economía en general, que ante cualquier incremento en la liquidez monetaria (LM), se produce una presión sobre los precios y el tipo de cambio, llevando al Banco Central de Venezuela a operar como un agente del mercado en este mecanismo de flotación sucia o conducida del tipo de cambio, que se encuentra asociada con la capacidad del órgano emisor para continuar inyectando liquidez a la economía. Hasta la fecha, (mediados de octubre) se han inyectado a la industria bancaria un monto de más de 3.900 millones de dólares en lo que va de 2022, una cifra absurda, tomando en cuenta que el nivel de reservas internacionales es de apenas 10.015 millones de dólares, de los cuales hay que descontar el monto de los derechos especiales de giro (DEG) que el Fondo Monetario Internacional le ha cedido al país para el tratamiento de la emergencia de la pandemia, pero cuya disposición esta supeditada a la rendición de cuentas creíbles y transparentes frente al organismo multilateral. La alarmante conducta recesiva de las reservas internacionales evidencia la insostenibilidad del mecanismo de intervenciones y deja ver una alta iliquidez en las mismas, pues el 80% de su composición se haya representada en reservas áuricas.

Gráfica III.

                             Fuente BCV

La contracción de las reservas internacionales hace suponer que se ha utilizado la factura petrolera, pero la cantidad de petróleo generado en el país se derrumbó durante el mes de septiembre hasta llegar a los 659 mil barriles diarios de petróleo, valores estos que no le hacen posible al gobierno operar en las mesas de dinero de la banca, y por ende lograr la estabilidad del tipo de cambio del bolívar frente al dólar, de hecho la descoordinación entre la oferta de divisas aunado al aumento de la liquidez para pagos no presupuestados ni planificados en el presupuesto 2022, dieron lugar a la volatilidad del agosto negro, mes en donde la cotización del tipo de cambio pasó de 6,15 Bs/USD hasta 9,33 Bs/ USD, un valor de devaluación de 52% en una semana.

El gobierno sigue haciendo uso de la liquidez monetaria para financiar el gasto deficitario de PDVSA, un simple análisis de la partida de Base Monetaria muestra como el valor de este financiamiento en gastos de carácter corriente supera los diecinueve mil millones de dólares, que en términos del peso que tal conducta manifiesta sobre la base monetaria supera los 2286 veces de la capacidad para crear dinero, así como también esta praxis casi duplica el valor de las exiguas reservas internacionales. Es necesario aclarar que las cifras a las cuales se hacen mención en dólares, aparecen representadas en su equivalente en bolívares digitales, sin embargo, ese gráfico se complementaría con la tabla III.

Gráfica IV.

                              Fuente BCV

Tabla III

                          Fuente: BCV

Como corolario, no existe política monetaria y menos independencia y autonomía en el BCV, de allí la imposibilidad para sostener que existe recuperación; en el país la ausencia de coordinación entre los objetivos instrumentales, como el nivel de reservas bancarias o encaje legal, dejan ver que se aplica una restricción del crédito que atenta en contra de la industria bancaria, dejándola postrada y con niveles de intermediación de aproximadamente 13,4%, lo cual supone que de cada cien bolívares trece con cuarenta bolívares se destinan al crédito, todo ello coexistiendo con una praxis deficitaria instaurada desde el Banco Central hacia Petróleos de Venezuela, como se puede observar en el gráfico IV, la liquidez también ha sido empleada como herramienta de empuje de la demanda, manteniendo una falsa ilusión del producto, que aunada a la repudiabilidad del bolívar, convergen en la presión sobre el tipo de cambio y en la emisión terciaria.

Las causas de base se siguen manteniendo, el gobierno apela a la inyección monetaria virtual, para lograr financiar actividades deficitarias y pagos a proveedores en bolívares; es necesario aclarar que el pico observado en el gráfico V, obedece al pago del bono vacacional a los trabajadores del sector público, el cual coincidió con la cancelación de compromisos a proveedores en moneda local, frente a una escasez pertinaz de divisas líquidas. Los pagos anunciados de manera fraccionada para los cinco millones de funcionarios públicos, de acuerdo a un instructivo absolutamente regresivo de los derechos laborales, siguen incidiendo en el aumento de la liquidez y por ende en las presiones sobre la estructura de precios y el tipo de cambio, lo cual hace suponer que tanto el tipo de cambio como la inflación continuarán en tendencia alcista.

Gráfica V.

                              Fuente BCV

Pronosticando entre Escila y Caribdis: comentarios finales:

Pronosticar en estos momentos es una tarea cuanto menos temeraria, la audacia de proyectar en tan compleja situación reside en el hecho de que la economía, como ciencia social, requiere contar con series de datos transparentes, creíbles y oportunos en estos momentos, el silencio estadístico, aunado a la opacidad, impiden realizar estimaciones solidas sobre el comportamiento de la economía en este trimestre de cierre del año, de allí la analogía de estimar entre Escila y Caribdis, haciendo un símil con la travesía de Odiseo, estamos navegando sin conocer la ruta, en medio del negro Ponto y acercándonos a los escollos de Escila y Caribdis; la disyuntiva de un cierre inflacionario y una alta volatilidad cambiaria, sencillamente hacen cuando menos imposible estimar sin temor a equivocarnos, pero analizando la conducta de la inflación y la estacionalidad de la fecha, el pago aunque sea fraccionado, del bono de fin de año al sector público, más los pagos a la administración privada, no presentan condiciones sólidas y robustas para encontrar una prognosis acertada,  sin embargo, y acudiendo a la conducta del tipo de cambio oficial y su contraparte paralela, podríamos advertir un valor del tipo de cambio oficial en 10 bolívares por dólar y de doce en el mercado paralelo, con una inflación entre 145% a 150%, siendo la más alta no solo  del continente sino también la más alta del mundo.

Esta entropía no admite planificación alguna, no permite certeza y claridad, y volviendo al símil del bajel de Odiseo, no sabemos hacia donde vamos, el crecimiento se mantendrá acotado y desacelerado, como se advierte en la tabla II, la economía debe estar al servicio de las cosas trascendentales y no al revés, el daño no puede ser abordado únicamente desde la esfera economicista, sino en el socavamiento de la gnosis, del lenguaje, del espíritu y el vaciamiento del carácter óntico del ser, en su despenalización propuesta por Jacques Derrida, una desconstrucción que nos ha vaciado, expoliado y dejado sin virtudes y hábitos modeladores del lenguaje.

La estimación para el 2023, reside en el sostenimiento de la crisis, en sus espasmos de recuperación acotados por un sector comercial y de servicios absolutamente vulnerable, y de una sociedad embrutecida y envilecida que grita cacofonías en medio de un fardo sangrante al cual llámanos hogar.  

“El problema de toda ideología es que ya está hecha, lo cual traba el pensar libremente”

Rafael Cadenas.