María Eugenia Cisneros Araujo
Candidato a Doctor en Filosofía (Universidad Simón Bolívar), M.Sc. en Filosofía y Ciencias Humanas (Universidad Central de Venezuela), Abogado (UCV), Lic. en Estudios Internacionales (UCV), Lic. en Filosofía (UCV), Jefe del Departamento de Teoría e Historia de la Filosofía, Instituto de Filosofía-UCV.
Podemos decir que con el final de la dictadura gomecista, comienza apenas el siglo XX en Venezuela. Comienza con treinta y cinco años de retardo…
Rehacerlo todo, reedificarlo todo, ha sido el programa venezolano en los últimos veinticinco años…
Mariano Picón Salas[1]
1. Venezuela vuelve a comenzar el nuevo siglo con retardo y tiene que rehacer y reedificar todo porque el siglo XXI no termina de llegar. En este “tiempo bisagra” para no cometer el mismo error debemos plantearnos cómo serán los próximos 20 años. Ya hemos perdido 20 años y hay que empezar de cero. Así pues, las palabras citadas de Mariano Picón Salas hoy están vigentes como consejo.
2. Lo dicho en el párrafo anterior se manifiesta en dos grandes oportunidades perdidas por Venezuela en los siglos XIX y XX, respectivamente.
La primera: después de la separación de la Gran Colombia predomina en el país la anarquía y emerge José Antonio Páez como el gran caudillo de la pacificación (oligarquía conservadora) y le sigue Antonio Guzmán Blanco en el papel de gran caudillo (oligarquía liberal).
La segunda: la dictadura militar de Juan Vicente Gómez (1908-1935), quien elimina los caudillos de montonera y funda el Estado militar. Algunos intelectuales del positivismo, tomando la experiencia de Páez, plantearon la tesis del “gendarme necesario”, según la cual el pueblo no estaba preparado para la democracia y requería ser dirigido por un gran caudillo. Con esta tesis se justificaba sutilmente la dictadura de Gómez (se destacan José Gil Fortoul, Pedro Manuel Arcaya, Laureano Vallenilla Lanz, César Zumeta).
3. Según Mariano Picón Salas con la muerte de Gómez comienza el siglo XX en Venezuela, queriendo expresar que se crean las instituciones civiles modernas: movimientos sindicales y agrarios, estudiantiles, de las mujeres, de los empleados, los partidos políticos, la prensa.
4. El incipiente desarrollo institucional de la sociedad civil se ve frustrado con la emergencia de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez (1948-1958). En este caso no se esgrimió directamente la tesis del gendarme necesario;su justificación sublimada se basó en la modernización (“Nuevo ideal nacional”). El proyecto estratégico es militar y no deja un campo abierto para la coparticipación del sector privado. Esta experiencia quedó interrumpida cuando Pérez Jiménez abandona el poder en Enero de 1958.
5. En el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez ocurrieron cambios institucionales inducidos por los organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial) los cuales se orientaban a incorporar a Venezuela al orden mundial. La orientación se apoya en la corriente del neoliberalismo.
6. Los partidos políticos devinieron en organizaciones anacrónicas por la usencia de una generación de relevo oportuna en la dirección de los mismos.
7. La movilidad social vertical se vio limitada por un liderazgo élite al frente de la gestión de las instituciones públicas y privadas que frenaba la elasticidad del ascenso social.
8. A largo del siglo XX se profundizan contradicciones inter-generacionales, regionales y sociales en razón de la distribución desigual del ingreso. El ingreso petrolero no se materializó en la formación de un aparato productivo industrial, agrícola y servicios productivos; y en vivienda, educación y salud, requerido por el crecimiento urbano.
Puede decirse que esto fue básico en el desmoronamiento institucional de la democracia formal. Tres instituciones mostraron alta sostenibilidad: la iglesia, el ejército y los grandes medios de comunicación.
9. Luego de 40 años de la democracia formal el desarrollo de la sociedad civil nuevamente se ve sometido a cambios institucionales de gran significación con el advenimiento del gobierno de Hugo Chávez Frías. En esta oportunidad la tesis que acompaña a este movimiento es la “dictadura del proletariado” o “democracia popular”; tesis según la cual los trabajadores, como no tienen “conciencia de clase” requieren de un partido que los represente para que en su nombre dirija la revolución socialista; unpartido organizado en las normasestrictas del centralismo-democrático. En este caso lo importante es el desarrollo del partido como vanguardia que garantiza la revolución, para lo cual debe enfrentar el enemigo externo y el enemigo interno, sin distinción. La era que se inicia con Chávez se caracteriza por acelerados cambios institucionales no contemplados en la Constitución.
10. Todo lo referido anteriormente es una lista parcial de obstáculos que ha tenido la sociedad civil para crear instituciones estables.
11. También se añade que Venezuela, una economía rentista no diversificada y dependiente de los mercados internacionales, era vulnerable a los impactos de los cambios de la economía mundial; lo cual repercutía en la estabilidad institucional local.
12. Actualmente en la crisis sistémica en Venezuela hay que considerar cuatro causas que son sobre-determinantes: La primera: el final de la era de la sociedad industrial; la segunda: el final de un ciclo económico de onda larga, la tercera: el final de la economía rentista en Venezuela, y la cuarta: la emergencia de una generación de relevo.
13. El final de la sociedad industrial:El lapso comprendido entre la década final del siglo XX y las dos primeras décadas del siglo XXI es una “crisis de civilización” cuyo impacto habrá de cambiar el orden mundial, la forma de ver el mundo y los hábitos de la sociedad. (Peter Drucker: “La sociedad poscapitalista”).
14. La contaminación ambiental, el calentamiento de la tierra (efecto invernadero) y el envejecimiento de la población urbana, constituyen causas naturales de riesgo de continuar el sistema. (Peter Senge: “La Revolución necesaria”)
15. El final del cuarto ciclo económico de onda larga: El tiempo comprendido entre la Revolución industrial en el tercer tercio del siglo XVIII y la última década del siglo XX es el lugar histórico de desenvolvimiento de la sociedad industrial. Se experimentaron cuatro grandes expansiones económicas que fueron motivadas por innovaciones tecnológicas a las cuales sucedieron cuatro grandes depresiones (“ciclos económicos de onda larga”). Nos interesa el tema porque la “Gran depresión” de los años treinta en el siglo XX que provocó la Segunda Guerra Mundial, impulsó la sustitución del carbón por el petróleo como fuente de energía. El petróleo fue la energía barata que ayudo a impulsar la larga expansión económica que siguió a la guerra mundial en la década de los cincuenta y los sesenta.
16. El final de la economía rentista en Venezuela: Venezuela, un país agroexportador que en el primer cuarto de siglo dependía de los impuestos de aduana a las exportaciones de café y cacao, se convirtió, así entonces, en una economía petrolera. La absorción de la población rural y la inmigración fueron importantes en el proceso de urbanización acelerada. Venezuela es un país prácticamente construido por inmigrantes y sus descendientes. Este fenómeno es muy importante porque la urbanización fue creando un sentido de integración venezolana: antes, Venezuela era la suma de cuatro regiones: el Caribe, los andes, la cuenca amazónica y el llano. Teniendo los recursos financieros provenientes del ingreso perolero y un alto grado de población urbana, prácticamente fue a partir de la década de los cincuenta cuando se impulsó la urbanización y la modernización, y una industrialización sesgada a la producción de bienes de consumo suntuario por el “efecto demostración” de la “sociedad de consumo”, inducida por empresas multinacionales. La acelerada modernización impulsada por la economía rentista no fue acompañada, en su momento, por adecuados cambios estructurales e institucionales.
17. La emergencia de una generación de relevo: Todas las circunstancias expuestas impidieron el desarrollo de una cultura ciudadana y la realización plena de las generaciones en su tiempo, lo cual ocasionó su solapamiento y conflictos inter-generacionales. Emerge ahora una generación de relevo cuyo entorno está signado por la revolución cibernética, una era del conocimiento y la organización (Drucker) que no puede ser ignorada.
18. Podríamos definir la crisis que actualmente vive Venezuela como una crisis sistémica en el sentido de que ella es económica, social, política, institucional, ética, cultural que requiere ser diagnosticada para definir qué hacer y cómo hacerlo. Se trata de un marco de circunstancias complejo que ha deteriorado notablemente el ordenamiento institucional, cuya complejidad deviene de su naturaleza pluri-causal. Causas derivadas y causas fortuitas (el azar) se hacen latentes cuando hay que “rehacerlo todo, reedificarlo todo” (Picón Salas).
19. ¿Y entonces? Partir de cero significa un final y un comienzo. La transición requiere una visión de largo plazo que se manifiesta en dos juicios: ¿Es un cambio intra-sistema o es un cambio del sistema? El primero apunta a mantener y fortalecer el status quo (las condiciones normales); el segundo a promover el cambio radical de la situación actual (la transformación). Ambos juicios tienen que ser sustentados tomando en cuenta el futuro de las nuevas generaciones: ¿nuevos líderes para hacer qué?
20. Lo importante es la estrategia (Edgard Morin). Si partimos de que los problemas de la Venezuela actual son inéditos no sería prudente delegar las soluciones a expertos forasteros. Es el momento de desligarse del pensamiento eurocentrista y del lejano oriente y volver la mirada hacia toda América: la independencia de los Estados Unidos fue anterior a la Revolución Francesa, la Revolución Mexicana fue anterior a la Revolución Rusa, la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (Venezuela) fue anterior a la caída del dictador Fulgencio Batista (Cuba). Debemos esperar todo de nosotros: deshacernos del espíritu provinciano y recobrar el espíritu cosmopolita; abandonar el egoísmo y contagiarnos del altruismo; desligarnos del individualismo y asumir una vocación social. ¿Por qué? Porque eso hemos sido los venezolanos y es lo que debemos seguir siendo. Con la diáspora nuestro espíritu ha salido al mundo. Los venezolanos hemos aprendido a enfrentar dificultades (estoicismo); tenemos sentido del humor (epicureísmo); no confundimos la fantasía con la realidad (pragmatismo); tenemos alta propensión a la exportación neta de talento (exportaciones tradicionales) y a dar hospitalidad como costumbre (amor al prójimo). Somos del mundo, abiertos a todas las corrientes del pensamiento universal (cosmopolitismo). Es ese nuestro verdadero espíritu. El espíritu de la gente común y corriente.
[1] Picón Salas, Mariano. “La aventura venezolana”. Primera publicación en: 150 años de vida republicana (1811-1961). Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, 1963. Volumen I, pp. 35-48. En Revista Ideas. Economía, Literatura, Política. Año 1, N° 3, Septiembre 2021. Disponible en https://revistaideasve.com/wp-content/uploads/2021/09/revistaideasN3_Completa_Septiembre2021.pdf.